En los ya cuatro años de vida de nuestra “huerta agroecológica integral y Casa de semillas” hemos podido cosechar y experimentar exitosamente la adaptación de una gran variedad de especies hortícolas nativas, criollas y del mundo, que habíamos ido recolectando y cuidando a lo largo de los últimos años: tomates (rojo, negro, amarillo, rosado, blanco, marrón, verde, jaspeados…), lechugas, frijoles, papas, maíces, girasoles, quinoas, kiwichas, acelgas (rojo, amarillo, blanco), beterragas (roja, morada y blanca), cucurbitáceas, además de ulluco, oca, cebollita china, aguaymantos, fresas, frambuesas, etc… y seguimos probando, todavía no se ha sembrado todo… estamos recién empezando a tejer la red de sembradores… faltan manos, falta tiempo… y nuestra colección contiene más de 500 variedades...

Pero felizmente sobra consideración por la vida y la naturaleza… y a través del padrinazgo podemos ampliar nuestras posibilidades de preservar y difundir el mayor número de variedades de semillas; todos podemos participar así en preservarlas, preservando así tanto las culturas a ellas asociadas como la posibilidades de diversificar nuestra alimentación local y familiar. Nuevos “padrinos” y “madrinas” van así naciendo, tejiendo una red cada vez más diversa de guardianes.

Poco a poco, se va compartiendo y difundiendo esta constatación que no somos pocos los que sentimos la necesidad de participar en la protección de la biodiversidad, aunque sea aportando un granito de arena. Sencillamente porque de ello depende la salud de nuestras hijos y nuestra sociedad futura. No es necesario disponer por consiguiente de una huerta y o ser agricultor diplomado, basta con tener una huerta o un jardín, agua limpia, buena exposición solar y evidentemente amar la naturaleza (¡y claro, apreciar comer sano, diverso y rico!).

¿Y tu, también deseas sembrar y/o apoyarnos siendo padrino o madrina de alguna variedad de semilla?